El planchón de Mompox, plataforma flotante que funciona como sistema de transporte artesanal para derivar entre las orillas del Magdalena se convirtió en una estación móvil de escucha ondulante, inmersiva y extática durante el Concierto Anfibio. Navegó en las aguas y en torrentes sónicos, producto de la interpretación de instrumentos resonantes activados por las fuerzas vibrátiles que viajan en el río y de la voz humana que establece acuerdos con las distintas formas y expresiones de vida para poder dialogar sonoramente con el paisaje.
La experiencia buscó la expansión de la percepción y la disolución del río y del sí mismo en la unidad resonante de fuerzas materias y tránsitos de la vibración. Se interesó en provocar en los espectadores durante este “concierto” humano y no humano, un despertar de sentimientos oceánicos o sensaciones profundas de presencia ilimitada e interdependiente entre el cuerpo de agua que somos y el Magdalena.
La instalación se materializó a través de la utilización de “instrumentos vaho”, que son dispositivos analógicos amplificados electroacústicamente, que extienden el sonido que penetra la recamara cónica, tiempo después de haber salido del cuerpo, generando sensación de persistencia acústica. No es solo un instrumento particular para jugar con el sonido, es la posibilidad de recrear la gran catedral submarina y permitir que se sumerja y se extienda la voz humana como en los mares se extiende la de los cetáceos y otros seres.
Por otro lado, también se utilizaron “instrumentos Fónicos Anfibios”, que le dan voz al paisaje son el resultado del trabajo plástico escultórico, en la exploración de la captación y la amplificación de fenómenos vibrátiles y resonancia del paisaje, fuerzas y dinámicas movimientos de las masas de agua, las lluvia, las escorrentía, los vientos, del sonido bajo el agua, usan tecnología mixta analogicos/acusticos y electricos. Todos estos instrumentos, se implementaron en compañía de el “canto rodado”, acción que se basa en el escuchar y hacer sonar las piedras de estos ríos transformados antrópicamente, y permitir que vuelva el ser del río a las piedras a través del sonido.
Texto por Colectivo Were Bere.
Créditos:
Voz expandida: Esmeralda Ramírez Instrumentos Anfibios Leonel Vásquez
Diseño y producción sonora: Emanuel Julio Pinilla
Cámara: Sergio Morales Elkin Piñeros
Montaje audiovisual: Hugo Alejandro Bejarano